GENOSOCIOGRAMA
Elaborado por
Lorena Murillo
Te ha pasado algunas veces ¿Que no entiendes lo que
sucede?, ¿Como si lo que sintieras no te perteneciera?, ¿Como estar viviendo la
vida de otros?
En nuestro sistema familiar existen hilos invisibles
que nos unen a cada miembro que ha estado antes.
El reconocimiento de esos hilos que nos unen a
nuestros antepasados puede ser la respuesta a esas preguntas, debido a que en
nuestro cuerpo tenemos grabada esa historia, la historia de cada uno de ellos,
sus triunfos, sus miedos, sus anhelos logrados y frustrados.
De acuerdo con los órdenes del amor que B. Hellinger
nos ha mostrado, en el sistema familiar es necesario que los padres sean los
adultos y los hijos sean los pequeños, cuando este orden no se ha respetado
surge lo que se conoce como “La parentificación”, invirtiendo los papeles de
cada cual. Los hijos asumen una deuda con sus padres y la pagan como pequeños.
Por ello la importancia de construir nuestro propio
Genosociograma, donde veamos plasmadas esas historias, sin motivo de enjuiciar,
sino de CONTEMPLAR las grandezas de nuestro sistema, viendo esas historias con
amor y tomarlas como parte nuestras, identificando si esta historia que vivo
aquí y ahora, es mía, es propia; o vivo
una historia de amor de algún miembro de mi familia por lealtad, con el amor
del niño, el amor ciego, dejándonos llevar por nuestra buena conciencia para
seguir perteneciendo a nuestro sistema, evitando la soledad.
Que características son necesarios para construir
nuestro GENOSOCIOGRAMA: (término utilizado por Anne Ancelin Schutzenber)
De acuerdo a la definición de Anne Schutzenberg el
genosociograma es “un tipo de árbol genealógico, contemplado con suscesos de la vida
importantes y del contexto afectivo” y lo más interesante, es el
establecimiento de nexos probables entre los sucesos, hechos, fechas, edades, situaciones.
Se elabora con figuras que representan las relaciones
entre los miembros de la familia (http://www.google.com.mx/search?q=simbolos+de+genograma&tbm=isch&tbo=u&source=univ&sa=X&ei=a6bPUYH0KYfm8wTEnYHYBw&sqi=2&ved=0CCgQsAQ&biw=1366&bih=622)
Es importante considerar en la construcción del árbol
familiar el contexto histórico, social, político, económico, de la época en la
que cada miembro vivió. Se puede ir haciendo con un recorrido de 25 a 30 años
de generación a generación como promedio. Ejemplo si la persona nació en 1998,
es probable que sus padres hayan nacido entre 1973 y 1968, por lo que sus
abuelos es probable que nacieron entre 1943 y 1938…y así sucesivamente podemos
recorrer hasta bisabuelos, tatarabuelos, choznas.
Existirán ocasiones en las que no contemos con
información directa de nuestros antepasados, pero como lo he mencionado anteriormente,
ellos y sus experiencias habitan en nosotros, principalmente las que quedaron
olvidadas; por lo que al elaborar el Genosociograma, es esencial poner especial
atención a los puntos en donde la información parece haberse perdido.
Para traer esa información a la conciencia, puedes
elaborar una meditación y sintiendo cada parte de tu cuerpo, estar atento a las
partes que se mueven al visualizar esa parte de tu árbol que parece no estar,
luego hablar con tu cuerpo y dejar que llegue la información en sensación….si
no es el momento, con humildad agradécele a tu ancestro por abrir camino para
ti, y dile con profundo respeto…..”Espero por respuesta” (Carola
Castillo), POR ESA IMAGEN INTERNA QUE ME LLEVARA A TI, A HONRAR TU DESTINO.
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